Convivium tardorromano
El término convivium no solo hace referencia al matiz de alimentarse, sino también a la convivencia. Es decir, sería un acto social donde se alimentaría al cuerpo y al espíritu.
Un convite podría ser entre amigos, entre personas de una misma jerarquía social... pero podía ser también una forma de hacer negocios, de construir conexiones. El fin podía ser estrechar vínculos, pedir favores, apoyos políticos...
Este singular banquete se desarrollará en la estancia denominada triclinuim, pero ya en esta época, el triclinio ha sido sustituido por el stibadium: un gran lecho semicircular donde los invitados comerán recostados.
Dicha habitación donde se desarrollaba la cena, era un espacio de representación que estaba ricamente decorado: paredes con pinturas murales, suelos de mosaico, techos abovedados, estufas, fuentes, menaje y enseres valiosos...
Convivium Cohors I Gallica.
Fotografía de Idoia Eletxigerra
Numerosos sirvientes y profesionales del arte culinario se encargarían de preparar, organizar y servir las dispares viandas y vinos, ofrecidos por el anfitrión para halagar a sus invitados.
El archimagirus, o jefe de cocina, es el máximo responsable de cocinar los manjares.
El structor era el encargado del despiece de la comida y de emplatar los alimentos.
El vini minister se encargará de servir el vino. Lo ofrecerá mezclado con agua caliente procedente de la Authepsa, para poder mantener largas conversaciones e interacciones entre los invitados durante toda la cena.
El tricliniarcha dirigirá a todos los criados y ayudantes como un gran director de sala, para que el servicio se desarrolle sin problemas y que a ningún invitado le falte comida y vino.
El convivium era un espectáculo en sí mismo, compuesto por multitud de sirvientes bien vestidos, el desfile de las elaboraciones culinarias y bebidas, vajillas y ajuares lujosos, fastuosos espectáculos...
Ministratores, lo que hoy llamaríamos camareros/as, esperando las órdenes para realizar sus funciones.
Fotografía de Idoia Eletxigerra
La Cohors Prima Gallica reconstruye un convivium de época tardía en el que Aradius Valerius Proculus organiza un gran convite con todo lujo de detalle, para agasajar a su prestigioso invitado, el gobernador de la provincia tarroconensis. Junto al convidado principal asistirán otras personalidades elegidas por el anfitrión para el buen devenir del banquete.
Vini minister sirviendo al dominus vino y agua caliente
Uno de los invitados lavándose las manos
En esta gran escena se podrá ver el stibadium, elemento esencial donde se desarrollarán las acciones del convivium. Este lecho podía ser construido de obra o ser de madera, y estaría revestido con variadas y ricas telas.
Además de los invitados, engalanados para la ocasión, se podrán apreciar al resto de personajes con determinadas y significativas funciones: nomenclator, analecta, lavamanos, ministratores, structor, vini minister, tricliniarcha...
Pintura de finales del s.IV - s.V de la Tumba del hipogeo.
Tomis-Constanza, Rumania
Reconstrucción y representación de la Cohors I Gallica de un convivium
Fotografía de Idoia Eletxigerra
Stibadium de la Villa Romana "El Ruedo" (Almedenilla, Córdoba). Siglos III-IV.
En esta reconstrucción de un convivium tardorromano, no solamente se quiere dar importancia a la forma y objetivos de este tipo de eventos, sino también mostrar la cultura culinaria romana: los alimentos que se consumían, sus preparaciones, presentación de los platos, etc., para dar a conocer una parte de la vida romana que perdura hasta hoy.
Hemos tomado como referencia los escritos Apicio, mosaicos y pinturas, y utilizamos objetos basados en esta época (copas, cubiertos, platos, etc) así como reconstrucciones que el propio grupo ha elaborado ex profeso para este evento con el rigor histórico correspondiente como el stibadium, cuchillos, etc., destacando entre ellas la authepsa.
"Bonum vinum laetificat cor homini"
(El buen vino alegra el corazón del hombre)
"¡Gaudeamus!"
(¡Disfrutemos!)